Luego de su polémica salida de Bailando por un sueño, la modelo que pertenece al staff de Pancho Dotto, abandonó Buenos Aires y pasará unos días en la mencionada provincia. Está con su marido, Matías Camisani, y sus hijos.
Sin duda, el paso de Dolores Barreiro por ShowMatch no fue lo que ella anhelaba. La modelo codiciaba estar un par de semanas más en el ciclo que conduce Marcelo Tinelli pero todo se desmoronó el pasado martes cuando tuvo que ir al duelo telefónico con Marianela Mirra, un verdadero tanque para derribar.
Lo cierto es que ante el duelo, Dolores esperaba ser salvada por los integrantes del jurado, hecho que nunca sucedió y que la puso prácticamente afuera del certamen.
En tanto, la desafortunada intervención de Pancho Dotto en el programa y ese vano cuestionamiento sobre las bases y credibilidad del certamen que presenta Tinelli agudizaron la coyuntura de la modelo.
Nada parecía, a esa altura, torcer la historia. Y así fue: Dolores tuvo que retirarse por la puerta chica y con la frente baja dado que su representante no hizo más que exponerla ante millones de televidentes.
Desde entonces, Dolores no dio la cara y no habló sobre el tema, un poco por considerar un fracaso su paso por el programa y otro por la vergüenza que Dotto le propició con su intento de aclarar lo oscuro de su relato.
Es por eso que Barreiro decidió refugiarse en la provincia de Mendoza, junto a su familia, y aprovechar que su marido, Matías Camisani, tuvo que presentarse con su banda de rock.
En las próximas horas Dolores regresará a Buenos Aires y, tal vez, una nueva eliminación la saque del foco informativo.
lunes, 26 de mayo de 2008
Dolores Barreiro descansa en Mendoza
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